Algunos papás estáis preocupados por los comportamientos que están teniendo estos días vuestr@s hij@s . He intentando recoger algunas ideas de expertos para que así entendáis un poquito más esas reacciones que se puedan estar dando ya o que se podrán dar dentro de las próximas semanas.
Los cambios de rutinas pueden generar comportamientos disruptivos en los niños y la
crisis del coronavirus ha cambiado por completo su día a día.
Lucía Martín, profesora de infantil especializada en
neuropsicología, reitera en la importancia de mantener, al menos, el 90% de las
rutinas.
"Cuando las rutinas se rompen, provoca conductas
disruptivas. Sienten ansiedad y pueden llegar a ser agresivos", apunta la
psicóloga Rodríguez.
"En un primer momento en los
niños puede aparecer una reacción de miedo. Si son pequeños pueden imaginarse que el coronavirus
es un monstruo y que le provoque miedo a lo desconocido. Es posible que tengan
temor a que nos pase algo a los padres, a los familiares... Pero a medida que
les vamos explicando la situación, irán dejado de lado el miedo y pueden aparecer otro tipo de
reacciones".
En
una fase siguiente pueden desarrollar irritabilidad, estar irascibles, llorar o
enfadarse por cosas que no tienen mucha importancia. También puede aparecer la
tristeza. Los más pequeños tenderán más a la irritabilidad con momentos de
estar bajos de ánimo. Otro comportamiento que se puede dar en los menores es lo
que los psicólogos llaman "comportamientos disruptivos". Es decir, portarse mal, hacer trastadas
como forma de pasar el tiempo y de revelarse contra lo que está pasando.
Las claves:
Es
importante mantener rutinas. Los
humanos somos seres de costumbres y necesitamos rutinas y los niños aún más.
Hay que marcarles horarios dentro de una flexibilidad, no nos volvamos locos. Y
esto deben alternar horas para realizar tareas escolares con juegos y
diversión.
Evitar
que toda la semana sea igual. Es
importante seguir haciendo una diferencia entre días de semana y los fines de
semana. Aunque estemos encerrados en el mismo espacio y no podamos salir,
habría que relajar las rutinas en fines de semana. Cosas como levantarse más
tarde, flexibilizar los horarios. Que no sean los siete días iguales es tan
importante para niños y niñas como para adultos.
Explicar la situación con
naturalidad. los
menores necesitan entender lo que está ocurriendo para rebajar el estrés y la
angustia. Por eso es clave que los mantengamos informados de cómo continúa la
crisis, que dice el Gobierno o los expertos y por qué se prolonga el encierro.
Mantener y promover sus relaciones. Dentro de encierro hay que
intentar compensar la falta de relación con sus amigos y conocidos. En la
medida que podamos hacer llamadas con videoconferencia con sus amigos del cole,
enviar y compartir fotos... Que los grupos de Whatsapp de padres y madres sirvan para poner fotos o
vídeos de lo que sus amigos están haciendo. Esto puede servir para no perder su
vínculo de amistad, porque el contacto con otros seres humanos es de las cosas
más gratificantes que hay.
Mantener el ejercicio físico. No puede ser lo mismo que bajar a jugar al
parque a correr, pero es importante hacer con ellos actividad física de forma
regular.
Rebajar las
expectativas. Este es un
consejo dirigido a madres y padres. No
vamos a poder hacer todo igual de bien.
Los niños en el cole están varias horas
al día y no tenemos forma de cubrir
todas esas necesidades. Tampoco podemos
pensar que vamos a poder dar el 100% en
el trabajo como antes, si ahora
compaginamos todo con los cuidados de forma más
intensa. Y por supuesto
olvidémonos de mantener la casa perfecta como nos
gustaría. Según apunta
Calero, el problema es que cuando nos sentimos muy
estresados es porque nos
exigimos en todas las áreas lo mismo que dábamos
antes. Y las cuentas no
salen, porque las 24 horas siguen siendo las mismas.
Rebajemos
expectativas. Intentemos llegar medianamente bien a todas
las tareas
que tenemos, pero no intentemos ser perfectos porque nos vamos a
volver locos.
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